La ciudad está llena de ventajas, pero podríamos decir que con el paso del tiempo, poco a poco hemos ido perdiendo contacto con el campo, con la naturaleza y, sobre todo, con los sabores auténticos. Los sabores de la fruta y la verdura recién recogida, de esas hortalizas que van de la tierra a la mesa y que conservan toda su frescura, toda su naturalidad.
Una de las tendencias que mejor está consiguiendo recuperar este contacto, sin necesidad de salir de las calles de tu ciudad, es el huerto urbano. Y hoy os vamos a dar nueve ideas para montar tu huerto en casa con estilo: sólo necesitas un poco de espacio y ganas de recuperar la autenticidad.
1. Encuentra el lugar perfecto
Lo bueno del huerto urbano es que lo adaptas a tus necesidades y al espacio y tiempo del que tú dispongas. Si tienes una terraza, podrás aprovechar la luz natural y la lluvia del mismo modo que cualquier huerto, pero si no tienes, no hay problema. La cocina es un lugar ideal, sobre todo si tenemos buena luz, y podemos utilizar tanto macetas como crear el huerto en vertical en la pared.
2. Aprovecha tu espacio
Si andas escaso de espacio, cambia la perspectiva. Seguro que tienes alguna pared desnuda, y si es así, ya tienes sitio para crear tu huerto. Sólo tienes que pensar en vertical. Los pallets son muy útiles para este tipo de huertos verticales, pero también puedes crear tus propias estanterías, o incluso utilizar algún accesorio de almacenamiento vertical para poner tus macetas. Y si tienes ventanas practicables, prueba a ponerlo de forma que al abrirla, tu huerto quede en el exterior. Así tendrá toda la luz y el aire que necesite.
3. Recicla siempre que puedas
Muchas veces nos deshacemos de trastos que pensamos que no van a tener ninguna utilidad... pero ahora que estamos preparando nuestro huerto urbano, hay un montón de cosas que vamos a poder reaprovechar. Cajas de madera, como las del vino, se convierten en maceteros muy chulos, sobre todo si nos lanzamos a hacerles un lavado de cara con un poco de pintura e imaginación. Del mismo modo, muebles viejos, sobre todo si tienen cajones, pueden convertirse en una jardinera diferente y, sobre todo, muy económica.
4. Integra tu huerto en la decoración de casa
Si el DIY no es tu pasión, no te preocupes. Hay infinidad de posibilidades para que tu huerto sea parte de tu hogar. Si quieres apostar por el colorido, las macetas con pintura esmaltada son preciosas. Tienes todas las tonalidades que puedas imaginar, y darán luz y alegría a cualquier rincón de la casa en el que decidas colocar tu huerto.
5. Etiqueta tus sembrados
Si te lanzas de lleno al huerto urbano, una buena idea para tenerlo todo en orden es etiquetar lo que acabas de sembrar. Una vez que eches la tierra por encima, va a ser casi imposible saber qué hay en cada maceta, así que una pequeña etiqueta te sacará de dudas.
6. Haz maceteros diferentes
Da igual con qué, sólo tu imaginación y tu creatividad deciden. Por ejemplo, unos cuantos buzones viejos pueden convertirse en un huerto vertical muy chulo y original, que ocupará muy poco espacio y que además quedará genial como elemento decorativo.
7. Convierte tu huerto en un rincón para pensar
El ajetreo de la ciudad, el trabajo, los horarios imposibles... Muchas veces nos dejan sin tiempo para descansar, o siquiera para sentarnos un rato en un sitio en el que estemos a gusto. Tu huerto puede ser ese lugar. Sólo tienes que elegir unos maceteros originales que creen un ambiente especial, como éstos de formas geométricas, para crear un entorno único en el que poder desconectar de todo.
8. Encuentra el mejor mes para plantar
No todas las hortalizas se pueden plantar en cualquier momento. Si te aceleras y plantas fuera de lo que especifican las semillas, posiblemente te encuentres con un montón de tierra y cero resultados. Por eso es fundamental que respetemos los tiempos de sembrado. Busca las plantas que mejor crecen en cada estación, y disfrutarás de verdura de temporada todo el año.
9. Disfruta
Al final, todo se reduce a esto. Cuidar de tu huerto urbano significa cuidar de ti mismo, de tu salud y de lo que comes. Significa tener un tiempo cada día para dedicarte a ti mismo, a hacer algo que te gusta y que te permite desconectar del día a día. Significa encontrar un trocito de la naturaleza al otro lado de la pared, la ventana o la puerta.
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Vídeo | SanMiguel00
Fotos | Ruth Hartnup, noricum
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