Si la primavera empieza a asomarse por nuestras calles, ¿por qué no iba a hacer acto de presencia en nuestro hogar? Las plantas y las flores tienen la capacidad de cambiar radicalmente un espacio. No hace falta que nos compliquemos con grandes obras para renovar nuestra casa. Basta con algo tan sencillo como darse una vuelta por IKEA y llenarla de seres vegetales.
Es más, esa deliciosa sensación que nos transmite la primavera, con su alegría y su color, puede permanecer durante todo el año. Con unas flores y plantas que encajen en nuestras estancias vamos a lograrlo.
La magia de las plantas: aire nuevo…
… figurada y literalmente. Porque las plantas no solo renuevan el aire de una sala, sino que son capaces de transformar un espacio por completo, llenándolo de color y de vida. Llegados a este punto, se te plantearán varias dudas, como qué plantas elegir, cómo colocarlas y dónde, o cuánto regarlas.
Vayamos paso a paso. En primer lugar, si no tienes experiencia cuidando plantas, lo ideal es que comiences por aquellas que requieren de menos mimos (aunque puedes cantarles y hablarles como hacían nuestras abuelas, que siempre lograban que las plantas parecieran felices).
Hay algunas especies que, además de ser sencillas de cuidar, son tendencia, como la monstera o la sanseviera. La primera es esa planta con hojas agujereadas que tanto habrás visto navegando por tus feeds favoritos de Instagram: vistosa, con un precioso color verde y muy agradecida.
Es perfecta para interiores, pues no necesita luz directa y se riega con una frecuencia semanal en verano y de unos doce días en invierno. Necesita agua únicamente cuando la tierra comienza a estar poco húmeda y vive muy a gusto en ambientes de entre 20 y 25 grados, la temperatura que solemos tener en el hogar. Eso sí, le gusta estar muy fresquita, así que no olvides pulverizar sus hojas con frecuencia con la ayuda de un pulverizador.
La sanseviera, por su parte, es el vehículo ideal para trasladar la imperante tendencia animal print a tu hogar: por algo llaman a esta planta lengua de tigre. Un consejo: si la quieres con las hojas altas, cómprala ya crecida, pues su crecimiento es lento y, de otro modo, tardarás muchos meses (incluso años) en tenerla con el aspecto que tú quieres.
Esta planta tampoco necesita luz directa y requiere de muy poco riego. De hecho, uno de los grandes riesgos es que se ahogue, por lo que coge esa bonita regadera (que además de útil decora tu terraza) solo cuando la tierra de la maceta de la sanseviera está completamente seca.
Al ser tan vistosa y vertical, esta especie nos da mucho juego en la decoración y puedes combinar sansevieras de distintos tamaños en tu hogar, apoyándolas en un soporte de bambú como el SATSUMAS de IKEA. Con él lograrás un rincón tropical de lo más resultón.
Hay algo que debes tener en cuenta cuando pienses en llenar tu casa de plantas... si tienes mascotas. Algunas especies vegetales son tóxicas para los animales y pueden ser perjudiciales para ellos. Para evitar sustos, trata de no tener en casa lirios, adelfas, azaleas o jacintos. Puedes consultar todas las plantas aptas para convivir con animales y plantas en la página web de la Sociedad Americana para la Prevención de la Cruedad contra los Animales (ASPCA).
El poder de los clásicos... que vuelven
Hay clásicos de toda la vida y clásicos modernos, también en las plantas. Empecemos por los segundos: los cactus, hace unos años, experimentaron un auténtico boom y se convirtieron en las plantas cool por excelencia. Lo tenían todo: sencillas de cuidar, aptas para convertir en simpáticos dibujos y muy muy sorprendentes cuando florecen.
Si ya te has rendido a sus encantos, no tienes por qué dejarlos de lado. Lejos de desaparecer de las listas de tendencias, Pinterest los ha encumbrado como uno de los hits de la decoración para 2019. ¿Cuál es la letra pequeña? Que, ahora, los cactus no se presentan en macetas individuales, sino en pequeños ramilletes o grupos. Puedes crear el tuyo trasplantándolos a un macetero de aires minimal como el BITTERGURKA de IKEA.
Otra opción es hacerte con un cactus de gran tamaño digno del Lejano Oeste. Por sí mismo ya funciona como un ramillete, por lo que, para darle el toque 2019, bastará con que lo traslades a un macetero de mimbre: los tejidos naturales son muy trendy.
Y, si tienes la convicción de que ninguna planta, ni siquiera un cactus, sobrevivirá a tu espíritu plant killer, nada como la cerámica para hacer su función decorativa. Estos cactus de distintos tamaños son perfectos tanto para el comedor como para el dormitorio.
Otro clásico entre los clásicos de las plantas es el poto. Es el típico que encontrábamos en cada oficina y en cada hogar, pues crece con rapidez y llena las habitaciones de color. Para actualizarlo y darle un aire más moderno, colócalo en un macetero colgante como el DRUVFLÄDER de IKEA.
¿Quieres innovar más? Sustituye las cortinas del salón por una selección de maceteros colgantes a distintas alturas. Las hojas de los potos caerán y crearán una cortina vegetal para convertir tu hogar en un frondoso bosque.
El helecho es otra planta que, pese a ser un clásico, podría convertirse en uno de los imprescindibles en la decoración de 2019. ¿Puntos a favor? Crece muy rápido, no necesita mucha atención y es muy fotogénica. Apta para el siglo XXI.
Una casa en flor
Las flores, como los cuadros, pueden dar un giro de 180 grados a una habitación. Con ellas podemos llevar los colores de cada estación y de cada tendencia a nuestro hogar sin cambiar radicalmente la decoración. ¿Dice Pantone que el coral será el color estrella de 2019? Hagámonos con unos tulipanes de ese tono y dejémoslos en agua en un florero de cristal o de cerámica con aires geométricos.
Podemos, también, crear nuestra propia rutina con las flores, como salir cada sábado en busca de las más bonitas a nuestra floristería favorita y armar con ellas un colorido ramo. ¿Te has enamorado de unos cuantos jarrones del catálogo de IKEA pero llenarlos todos de flores te parece excesivo? Puedes jugar a mezclar algunos vacíos con otros de cristal ocupados solo por una flor o un esqueje en agua de alguna de tus otras plantas.
Por ejemplo, uno de toque rústico como el INDUSTRIELL junto a otro de cristal como el TIDVATTEN funcionan, visualmente, genial. Otra buena alternativa es combinar floreros de la misma colección, como la CYLINDER, de varios tamaños, para crear composiciones con tallos de diferentes longitudes.
Y, si bien las flores y plantas al natural son unas vivarachas compañeras de piso, no hace falta, si quiera, tenerlas en tres dimensiones para decorar con ellas. Podemos, también, optar por su versión estampada. Los estampados sesenteros han invadido las novedades de IKEA y en ellos son fundamentales las flores de gran tamaño, como las del cojín SOMMARASTER, que llenarán de primavera tu salón. ¿Quién dijo que las plantas eran aburridas?
Imágenes | IKEA, Unsplash - Chris Lee, Jordan Sanchez, Christine Siracusa, fotografierende