Los cuatro trucos infalibles para recuperar las orquídeas marchitas

Las orquídeas las amas o las odias, no hay punto intermedio. Su belleza es capaz de arreglar cualquier propuesta interiorista y su toque exótico (aunque también las hay autóctonas en España) aporta un sello distintivo a cualquier espacio.

Las especies de orquídeas se cuentan por millares en todo el planeta. Existen y sobreviven en numerosos climas donde batallan por mantenerse vivas pese a las adversidades meteorológicas.

También en los hogares tienen que enfrentar este tipo de retos, pues a menudo no les damos los cuidados que necesitan y nos responden empezando a marchitarse.

Sin embargo, cuando una orquídea comienza a ponerse fea, no está todo perdido, sino que se pueden realizar unos sencillos pasos para revivirla o evitar que acabe muriendo.

Diagnóstico

El primer paso consiste en inspeccionar detenidamente la planta para obtener un diagnóstico. Hay que ver que le está pasando y actuar en consecuencia. Una vez determinado, el motivo que está haciendo que se marchite, habrá que tomar decisiones en uno u otro sentido. Si el problema es una plaga, habrá que actuar con un insecticida específico sobre sus raíces, así como cambiar el sustrato y reemplazarlo por uno nuevo.

Ajustar el riego

Cuando el problema es el riego, habrá que ajustar este aspecto. Si se ha regado más hay que dejar secar la planta hasta el próximo riego. En cambio, si las raíces están secas y dejan de presentar un color verde brillante, habrá que hacer un riego por inmersión para que la planta empiece a tener buen aporte hídrico.

Fertilizar

A veces, la problemática se sitúa en el déficit de nutrientes, algo que se puede resolver a través de la fertilización. Bastará con comprar un fertilizante específico para este tipo de plantas, de venta en supermercados.

Ojo con la luz solar

Las orquídeas necesitan abundante luz solar, de modo que si no tienen una insolación suficiente que no sea directa, empezarán a marchitarse. En este caso, es conveniente cambiarlas de estancia, siempre que no se coloquen en lugares con corrientes de aire.

Eliminar las partes marchitas

Finalmente, es importante deshacerse de las partes marchitas para que no sean las causantes de hongos y enfermedades en su descomposición. Habrá que cortarlas con instrumental esterilizado con alcohol o higienizarlo con la llama de un mechero.

Fotos | Suki Lee/Pexels, Andreea Ch/Pexels y Wolfgang/Pexels.

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