Nunca se me hubiera ocurrido reutilizar los platos rotos y picados para hacer una bandeja de diseño de aires modernistas

Para los más supersticiosos, romper un plato o un espejo siempre es símbolo de mala suerte. Pero donde otros ven malas energías, yo veo nuevas oportunidades, como esta. Con un plato roto también puedes hacer elementos decorativos, como esta bandeja de aperitivos con un aire tan modernista que nos recuerda a una obra de Gaudí.

Inspirada en los mosaicos modernistas que cubren fachadas, bancos y fuentes en rincones mágicos de ciudades como Barcelona, todo empezó con un accidente. Un plato bonito, de esos que uno guarda con cierto cariño, se resbaló de las manos y terminó en pedazos.

Pero en lugar de lamentarlo, puedes guardar cada fragmento, como si fuesen piezas de un rompecabezas por reinventar y llevar a cabo esta manualidad. La técnica es sencilla, pero el resultado puede ser tan artístico como tú lo decidas.

Qué hace falta para preparar una bandeja con platos rotos

Para poder desarrollar este proyecto DIY con platos rotos hace falta que tengas en casa estas herramientas.

• Un lienzo rígido o base de madera.
• Los fragmentos del plato (o varios, si quieres jugar con colores y formas).
• Cola blanca o pegamento fuerte para adherir cada trozo.
• Yeso o masilla para rellenar los huecos, como si fuera una auténtica tesela modernista.
• Un paño limpio y seco para pulir los excesos antes de que se seque por completo

Cómo hacer un a bandeja de aperitivos paso a paso

Con un lienzo en blanco como base y una buena dosis de paciencia, comienza a colocar los trozos, probando combinaciones, buscando ritmo, como si estuviera componiendo una pequeña sinfonía de color y textura. Es importante que juegues con la textura de tu platos, la forma de los trocitos rotos y los colores.

Y sobre todo, con la imaginación. Porque cada trozo, cada grieta y cada forma irregular cuenta una historia. No hay reglas estrictas, lo importante es el ritmo visual, el equilibrio entre el caos de lo roto y el orden de lo que creas. Ve pegando cada trozo con pegamento o cola adhesiva sobre la base de madera que será tu nueva bandeja y espera a que se seque.

Por último, aplica una masilla por encima o yeso en color blanco para fijar todo el mosaico y darle ese aspecto 'modernista' que estábamos buscando. Ahora solo queda esperar a que se seque y retirar el exceso de producto.

El resultado final parece una pequeña pieza escapada del universo de Gaudí. Los colores vibrantes de la cerámica, las formas caprichosas y los contrastes que nacen del azar. Todo recuerda a esas fachadas ondulantes y a esos bancos recubiertos de trencadís, donde lo roto se convierte en belleza.

Cómo usarlo y dónde ponerlo

Colocada sobre una cómoda o como bandeja decorativa en una mesa baja, esta pieza hecha a mano no solo embellece el espacio, sino que cuenta una historia. La historia de algo que se rompió, pero no se perdió. Y de cómo lo cotidiano (un plato roto cualquiera) puede convertirse en una pequeña obra maestra.

En un mundo donde lo rápido y lo nuevo a veces nos hacen olvidar el valor de lo hecho a mano, este proyecto es un recordatorio. Decorar también puede ser una forma de detener el tiempo, de mirar lo roto con otros ojos y de dar valor a lo imperfecto. Así que, la próxima vez que se te rompa algo, piénsalo dos veces antes de tirarlo.

Fotografías | Vía @asantaarte

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