Aquellos que tenéis animales con pelo sois conscientes desde el primer día que eso os va a suponer un esfuerzo extra en la limpieza de la casa, pero el amor por vuestras mascotas os anima a asumirlo con cierta resignación, aunque no estaría de más tener presente algunas pautas que os pueden ayudar a minimizar este pequeño contratiempo.
Acceso restringido a los pelos
Lo primero que tenemos que valorar, ante la llegada del nuevo inquilino, es si vamos a delimitar algunas zonas de “acceso restringido” como el dormitorio o el salón o va a moverse con libertad por toda la casa. Pensaremos también qué superficies son las más cómodas para su limpieza y las más resistentes a sus uñas, claro; así por ejemplo, podemos optar por alguna alfombra, siempre y cuando sea algodón o de lana y de pelo corto y evitaremos las tapicerías claras, los tejidos sintéticos o delicados y apostaremos por las telas apretadas frente a las holgadas.
Pelo que no se cae, pelo que no hay que limpiar, algo obvio, pero es fundamental para conseguir un hogar libre de pelo. Cepillar el pelo de nuestra mascota no sólo estimula su circulación sanguínea y estrecha aún más nuestra relación afectiva, también reduce considerablemente la cantidad de pelo que se libera y por tanto, el que habrá que recoger con posterioridad.
Os habrán hablado de infinidad de trucos para retirar el pelo de suelos, muebles y tejidos: la media a modo de manopla, la cinta adhesiva, las toallitas húmedas...e incluso ingeniosos artilugios que venden en las tiendas especializadas de animales. Pero como muchos ya habréis comprobado, el instrumento que mejor nos ayuda en la limpieza de un hogar con mascotas es la aspiradora, aunque ¿cómo elegir la más adecuada?; este es mi consejo: primero, olvídate de los aspiradores que yo llamo recogemigas, para hacer frente a los pelos incrustados de tu mascota necesitas un aspirador superpotente, y segundo, elige bien los cepillos y los accesorios.
Cariño, he aspirado a los perros
Hace unos meses escuché una conversación de unas señoras que hablaban de un aspirador con el que aspiraban directamente del perro los pelos sueltos. La primera imagen que me vino a la cabeza fue la del pobre perro a punto de ser succionado por un monstruoso aparato que como mínimo le dejaría unos cuantos “chupones” producidos por el efecto ventosa de la aspiración. Pues he de deciros que me equivoqué en mi valoración, porque existe este cepillo a modo de accesorio que acoplas a tu aspirador y que sirve para cepillar mascotas de pelo largo y medio y que retiene el pelo en las cerdas para aspirarlo con posterioridad; otra vez más la realidad supera la ficción.
Ya “aspirada” y aseada vuestra mascota, solo os queda retirar los pelos de la alfombra y el sofá. Los cepillos que traen habitualmente las aspiradoras no son muy eficaces en este sentido, porque trasladan el pelo de un lado a otro o como mucho lo convierten en una especie de bola peluda. Si queréis un cepillo que realmente recoja todo el pelo, vais a tener que recurrir a uno con un sistema giratorio, ya que es el único que arranca el pelo con fuerza y lo captura. Lo hay también versión mini para el sofá.
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