El truco de interiorista que convierte cualquier dormitorio en un espacio de paz

En el mundo del interiorismo, la decisión cromática va más allá de la estética que queremos seguir para la decoración de nuestras habitaciones: habla de emociones, de intenciones y de cómo queremos sentirnos en un espacio determinado. En el caso del dormitorio, el lugar más íntimo y personal del hogar, esa elección cobra un sentido aún más profundo. 

Por eso, para Blanca Rosa Gutiérrez (@blancarosa_arquitectura), el color no se aplica al azar, sino que se convierte en una herramienta emocional que transforma atmósferas y despierta sensaciones. Y entre las muchas decisiones conscientes que pueden tomarse en un proyecto, hay una que destaca por su delicadeza y fuerza a la vez: incorporar el rosa en el color del armario.

El rosa: un color que aporta calidez, identidad y sofisticación

Lejos de estereotipos anticuados o lecturas superficiales, el rosa ha resurgido en el diseño de interiores como un tono versátil y lleno de matices. No es un capricho estético: es una declaración de intenciones. Aplicado al armario del dormitorio, el rosa transforma el mueble en mucho más que un contenedor funcional. Se convierte en un elemento central, capaz de dar carácter sin dominar, de suavizar sin perder presencia.

"El rosa aporta calidez, personalidad y una atmósfera envolvente. Sustituye lo convencional por una propuesta fresca, sin dejar de ser sofisticada", explica Blanca Rosa Gutiérrez. Y es que este tono —ya sea en su versión empolvada, terracota o palo de rosa— tiene la capacidad de equilibrar el espacio sin estridencias, aportando una sofisticación serena.

Un color que invita al descanso

En un dormitorio, cada elemento debe estar al servicio del bienestar. El rosa, en este contexto, actúa como un bálsamo visual. Su cualidad envolvente y relajante lo convierte en un gran aliado para fomentar el descanso y crear un refugio personal. La clave está en saber integrarlo con armonía: suelos de madera natural, textiles en tonos neutros y una iluminación cálida potencian su efecto sin caer en la obviedad.

"La combinación con suelos de madera natural y textiles neutros equilibra el conjunto, generando un ambiente sereno pero con carácter", señala Gutiérrez. Esta elección, además, rompe con lo convencional y ofrece una mirada contemporánea del lujo: ese que se percibe en los detalles, en los matices, en cómo un espacio nos hace sentir.

De hecho, una de las virtudes más notables del uso del rosa en el armario es que no solo embellece, sino que aporta identidad sin comprometer la funcionalidad. El armario sigue cumpliendo su papel organizativo, pero se convierte en protagonista. Es un punto focal que, en lugar de camuflarse, se expresa con suavidad y estilo.

"En cada proyecto buscamos que el diseño cuente una historia. Aquí, el rosa habla de sensibilidad, modernidad y armonía", concluye la interiorista.

Fotografías | Instagram de Blanca Rosa Gutiérrez 

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