La firma presenta una colección inspirada en los veranos familiares, con diseños esmaltados y florales que mezclan tradición y modernidad en la mesa
El verano es experto en despertar recuerdos dormidos: la jarra de limonada sobre la mesa, las conversaciones eternas bajo el toldo y aquellas vajillas que parecían resistirlo todo. Ahora, Zara Home ha decidido rescatar esa memoria colectiva con algunas propuestas que huelen a cocina de abuela y a sobremesas sin reloj.
Porque no todo lo vintage es impostado. Esta colección llega con la promesa de devolver a nuestras mesas ese aire entre rústico y elegante que siempre tuvieron los platos esmaltados y las flores pintadas a mano. Es el regreso de lo clásico cotidiano, reinterpretado con la mirada de 2025.
Una vajilla para usar
La nostalgia tiene en este caso un formato pensado tanto para el uso diario como para las ocasiones especiales. No se trata de piezas que solo sirven de adorno: son utensilios resistentes, duraderos y listos para sobrevivir a los ritmos de la vida moderna sin perder su encanto de antaño. Una colección versátil que se adapta a cualquier mesa.
Los diseños destacan por loza esmaltada en tonos verdes y azules, con motivos florales que evocan los jardines de verano. Su aire artesanal refuerza la conexión con lo natural, pero sin renunciar a la comodidad. Este diseño retro encaja tanto en cocinas de estética clásica como en hogares contemporáneos que buscan un toque distintivo.
Mesas que cuentan historias
El set incluye platos llanos, de postre, de pan, cuencos, soperas y ensaladeras, lo que permite combinaciones al gusto de cada hogar. Más allá de su función práctica, la colección invita a crear mesas que cuentan historias, donde cada pieza parece un guiño a esas comidas compartidas de otro tiempo. Un juego completo que multiplica posibilidades.
No es casualidad que muchos vean en estas piezas un objeto decorativo. La tendencia de colgar platos en paredes o exhibirlos en vitrinas vuelve a cobrar fuerza, y estas vajillas retro encajan perfectamente. Su acabado rústico aporta calidez, haciendo que la cocina o el comedor se conviertan en un espacio con alma. Un detalle sencillo que marca diferencia.
Con precios entre 6,99 y 69,99 euros, es posible renovar la mesa por partes y según la necesidad de piezas de cada uno. En un contexto donde lo estético suele estar reñido con lo funcional, esta propuesta consigue equilibrar ambos mundos: piezas bonitas y resistentes, sin artificios. Una apuesta equilibrada que conquista.
Loza floral azul y verde
La vajilla de loza floral en azul (también disponible en verde) con platos que van desde los 4,99 hasta los 50 euros en el caso de la sopera, es una preciosidad sacada de una película vintage. Sus flores tanto en el centro de la vajilla como en los bordes hacen de estas unas piezas de coleccionista.
Igualmente, la vajilla en porcelana de flores es una versión simplificada de la anterior, mucho más estival por sus florecillas del campo, pero con el aplomo de lo vintage en la mesa. La capacidad de esta vajilla de vestir tu hogar por entre 4,99 y 69,99 euros es asombrosa.
En última instancia, esta colección es un homenaje al valor de los pequeños gestos: poner un mantel de algodón, servir una comida familiar y detener el tiempo por un instante. Cada plato nos recuerda que la tradición y la modernidad pueden convivir, y que en la mesa no solo se come, también se guarda memoria. Una vajilla emocional que une generaciones.
Foto | cottonbro studio
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