Estas siete plantas de interior son resistentes y florecen de forma espectacular en otoño

Aunque las temperaturas se mantienen estables, por las noches ya notamos el frío del invierno. Y no solo nosotros, nuestras plantas del jardín también han empezado a entristecer con la llegada del otoño. No obstante, es en este momento cuando el interior de la casa se convierte en nuestro nuevo refugio.

Los cojines del jardín pasan al salón, las cenas bajo las estrellas ahora son bajo la chimenea, y nuestras plantas del patio se convierten en el nuevo color de las habitaciones del hogar. En este contexto, no todas las plantas son válidas para la terraza ni todas válidas para la cocina. 

Por eso, existen especies que florecen precisamente en esta época fría, aportando vida, aroma y textura a cualquier rincón del hogar. Aquí te presentamos siete que son resistentes, hermosas y fáciles de cuidar, ideales para mantener tu casa vibrante todo el año.

Ciclamen (Cyclamen persicum)

Una joya invernal por excelencia. Sus flores (que pueden ser blancas, rosadas o fucsias) se elevan sobre hojas en forma de corazón con vetas plateadas. Prefiere temperaturas frescas (entre 10 y 18 °C) y luz indirecta. Lo ideal es mantener el sustrato ligeramente húmedo, evitando mojar los bulbos.

Orquídea Phalaenopsis

Delicada a la vista, pero sorprendentemente resistente. Esta orquídea florece durante meses, incluso en invierno, y aporta un toque elegante a cualquier estancia. Colócala en un lugar luminoso, sin sol directo, y riega con moderación. Un truco para su supervivencia es pulverizar sus raíces aéreas para mantener la humedad ambiental.

Azalea (Rhododendron simsii)

Sus flores, que parecen pequeñas explosiones de color, pueden durar hasta ocho semanas. La azalea de interior adora la luz natural, pero no el calor intenso. Mantenla alejada de radiadores y procura un sustrato ácido siempre ligeramente húmedo.

Kalanchoe (Kalanchoe blossfeldiana)

Originaria de Madagascar, esta suculenta florece sin grandes exigencias. Sus flores compactas, en tonos rojos, naranjas o amarillos, alegran los meses fríos. Requiere buena luz y riegos muy moderados, por lo que bastará con regar cuando la tierra esté completamente seca.

Amarilis (Hippeastrum)

El amarilis es pura espectacularidad. De un bulbo emergen tallos fuertes que sostienen enormes flores en tonos que van del blanco al rojo intenso. Es ideal para interiores luminosos y cálidos. Su floración invernal se puede programar plantando los bulbos a finales de otoño.

Violeta africana (Saintpaulia ionantha)

Pequeña, encantadora y constante. La violeta africana puede florecer durante todo el año si recibe luz suave y humedad equilibrada. Evita mojar las hojas al regar y colócala en una maceta pequeña: se siente más cómoda en espacios ajustados.

Bromelia (Guzmania o Aechmea)

Exótica y sorprendente, esta planta tropical aporta un toque contemporáneo con su inflorescencia central de vivos colores. No necesita sol directo, pero sí buena luminosidad. Riega dentro de su roseta (el centro de las hojas) y vacía el exceso de agua cada semana.

Fotografías | Unsplash 

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