Cómo conseguir que la Flor de Pascua tenga flores todo el año: "Hay que hacer el truco de la caja desde las 6 de la tarde hasta las 8 de la mañana"

Gracias a este truco sencillo y a una buena dosis de paciencia, es posible disfrutar de esta planta icónica durante meses

La flor de Pascua —o poinsettia— es uno de los símbolos indiscutibles de la Navidad. Sin embargo, cuando pasan las fiestas, mantener su característico color rojo se convierte en un reto para la mayoría de los hogares. En una época en la que cada vez cuidamos más la estética de nuestras casas durante todo el año, conservar esta planta en su mejor momento se ha convertido en una verdadera aspiración decorativa. 

En este contexto, el experto en plantas Ángel Illescas (@angelillescasnombela) explica cuál es el método más eficaz, sencillo y, sobre todo, accesible para que la flor de Pascua mantenga su belleza mucho más allá de diciembre.

Paciencia y control de la luz

El experto lo resume con una frase que repite siempre: “Paciencia, tenéis que tener paciencia”. Y es que el proceso no es difícil, pero sí requiere constancia. La flor de Pascua necesita días cortos para florecer, un fotoperiodo que en la naturaleza se produce de forma automática… pero que en nuestros hogares se ve interrumpido.

La luz natural que entra por las ventanas y, sobre todo, la iluminación artificial que encendemos al caer la tarde impiden que la planta detecte que ha llegado el momento de cambiar de color. El resultado: la poinsettia no se enrojece o tarda mucho más de lo esperado.

El truco de la caja

Para reproducir ese ciclo natural, Illescas propone un truco tan antiguo como efectivo: el método de la caja. Consiste en cubrir la planta por completo desde las 6 de la tarde hasta las 8 de la mañana, manteniéndola en oscuridad absoluta. Ese contraste entre horas de luz y horas de sombra es lo que activa el famoso fotoperiodo.

Christmaswho

“Cuando la hoja cambia de color, empieza el fotoperiodo”, explica Illescas. A partir del primer indicio de rojez, la planta entiende que ha llegado el momento de su transformación. Eso sí, cada poinsettia es un mundo: existen variedades tempranas, medias y tardías, por lo que el proceso puede acelerarse o retrasarse según el ejemplar que tengamos en casa.

Además de controlar la luz, la poinsettia necesita una gestión cuidadosa del agua. Los encharcamientos le vienen fatal, asegura el experto. Un exceso de riego es uno de los errores más comunes y una de las causas habituales de la pérdida de hojas.

En paralelo, Illescas recomienda aplicar un abono de floración mínimo una vez a la semana durante todo el proceso de inducción. Esto ayuda a fortalecer la planta, prepararla para el cambio de color y potenciar una floración más intensa. Cuando el proceso termina y la poinsettia está ya en plena floración, conviene dejar de abonarla y permitir que continúe su ciclo hasta la primavera.



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