Desde la Antigüedad se ha utilizado el barro cocido para la construcción. A día de hoy se sigue usando como el primer día hay muchas maneras de usarlo en la decoración actual, como nos indican desde la empresa Todo Barro.
Resistente, fresco en verano y cálido durante los meses más fríos, fácil de limpiar y sencillo de mantener para que aguante toda la vida, todo son ventajas a la hora de usar baldosas de barro cocido.
La denominación y uso de las baldosas de barro cocido es comúnmente aplicado a una gran variedad de piezas con características muy diferentes, coincidentes en la apariencia rústica, en la alta absorción de agua y en la no aplicación de vidriados. Podemos integrarlo en nuestras reformas de casas con decoración moderna y todo serán ventajas.
La producción es limitada, discontinua y muy dispersa, generalmente conformadas en estado plástico bajo técnicas artesanales y sometidas a una sola cocción, lo que las convierte en el complemento perfecto para darle un toque antiguo o rústico a una casa de nueva construcción.
El cuerpo de las baldosas de barro cocido es de color térreo y no uniforme, de textura muy irregular y con granos poros e incrustaciones fácilmente visibles. Las caras y las aristas tienen marcadas irregularidades que se dan por supuestas como propias de estos productos por lo que se recomienda su colocación a junta ancha. Hay gran dispersión de formas y medidas.
La coloración y las tonalidades son diversas en función de las arcillas seleccionadas y el proceso de cocción por lo que se recomienda el control de las baldosas de barro antes de la colocación y la mezcla de los mismas durante el proceso de instalación.
¿Nos quedamos con el barro cocido?
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