Con el final del verano, llegó una de las reaperturas más esperadas de la capital: la inauguración del renovado Larios Café. Un icono imprescindible de la gastronomía y del diseño de Madrid que vuelve a mostrar su fuerza con la renovación.
Y lo ha hecho de la mano de Tomás Alía, el interiorista que ya convirtió al Larios en un referente de la hostelería madrileña a finales de los años 90, con un proyecto que ganó en el año 2000 el Premio Nacional de Arquitectura Interior.
En la reforma de este icónico local, Alía ha apostado por un diseño moderno que destila elegancia y sofisticación para un restaurante que se convirtió en el primer establecimiento multifácetico de la capital española mediante una atmósfera dinámica y espacios diferenciados.
Una reforma que lo ha renovado por completo, con zonas como el restaurante, en el que abunda el latón en lámparas, sillas y butacas, y en el que destaca un precioso zócalo de capitoné de fieltro y latón de formas octogonales, o las alfombras con diseños del propio creador manchego.
En la planta baja, encontramos la discoteca, rabiosamente moderna con una iluminación de las que caracterizan al interiorista manchego, con una atractiva tonalidad amarilla.
Otro de los espacios que sin duda no hay que perderse es el smoking bar, un espacio que tiene una envolvente única gracias al mural de cerámica en tonos azules y blancos de Talavera de la Reina que cuenta con unos patrones creados por el propio Tomás Alía.
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