Todos reciclamos, compramos, utilizamos, separamos y desechamos. Pero algo está cambiando dentro de nuestra manera de entender el mundo. En los últimos años el clásico "usar y tirar" ha dado paso a una forma de comprar y consumir mucho más responsable. Reducir, reutilizar y reciclar son sencillos gestos que forman parte de nuestro día a día, y cada vez son más quienes se apuntan a sacar provecho de aquello que ya no usan.
Muestra de ello es la tendencia que ha inundado el mundo de la decoración. El reciclaje se cuela en los hogares para dar una nueva vida a objetos que ya no la tenían. Además de cuidar el medioambiente, esta tendencia es una forma económica de transformar aquello que pensabas tirar en una pieza de diseño hecha con tus propias manos. Con un poco de imaginación (y la ayuda de Internet) puedes redecorar tu hogar sin que tu bolsillo lo note.
Las mil opciones del reciclaje
La tendencia del reciclaje tiene una gran ventaja: nos permite variar la decoración, cambiar, poner y quitar sin remordimientos. Una vez hayamos disfrutado de nuestra creación podemos volver a reconvertirla o deshacernos de ella con la conciencia tranquila de haber aprovechado al máximo nuestros recursos. Es en esos momentos cuando debemos estar más atentos para cerrar correctamente el ciclo de la vida del objeto.
En nuestro país, el reciclaje está interiorizado en nuestra conciencia colectiva. Compramos, utilizamos, separamos y desechamos. Este hábito se transmite de padres a hijos, y las nuevas generaciones son las que más han interiorizado nuestra responsabilidad con el medioambiente. Aparte de los materiales cotidianos que van a los diferentes contenedores, encontramos casos especiales como los muebles, las pilas, el aceite o las bombillas. Algunos componentes de estos desechos son tóxicos, lo que exige que prestemos especial atención a su reciclaje.
En el caso de las bombillas, es importante saber que deben ser tiradas a contenedores específicos, no al del vidrio, como muchos podrían pensar. Ambilamp, una organización dedicada al reciclaje de bombillas de bajo consumo, fluorescentes y LEDs, lleva años ayudando al proceso gracias a una red de 35.000 puntos de recogida repartidos por toda la península. Para deshacerte de tus bombillas, sólo tienes que buscar el contenedor más cercano en ferreterías, supermercados o tiendas de iluminación. También puedes depositarlas en el Punto Limpio de tu barrio.
Para el resto de materiales al que podemos dar una nueva vida directamente en nuestro hogar hay miles de opciones, tantas como imaginación tengas, así que hemos recopilado algunas ideas que pueden inspirarte.
Madera en todas partes
Ningún espacio sin su palé. Estas estructuras de madera clara, empleadas generalmente para la construcción, se han convertido en un básico de la decoración. Una de las mayores ventajas de los palés, y quizá el principal motivo de su popularidad, es su versatilidad. Su alta capacidad de personalización permite utilizarlos para crear mesas, estanterías, sillones, somieres e incluso jardines verticales. Además, conseguirás aportar un toque industrial a la decoración, apto tanto para el interior de casa como para la terraza.
Lo mismo sucede con otros objetos de madera que solemos tirar, como las cajas de botellas de vino. Pintarlas de un color neutro y forrar el interior con una tela estampada son dos sencillos pasos con los que cambiará tu forma de verlas. Una vez desprendidas de su anterior vida, colócalas como estanterías o como organizadores de botes en la cocina.
La magia de las plantas
Las plantas son un elemento clave de la decoración del hogar. Aportan frescura y color, pero muchas veces resulta molesto cambiarlas de recipiente. La tendencia del reciclaje nos trae miles de ideas para crear maceteros a partir de objetos que todos tenemos en casa. Desde latas de conservas a bidones de plástico, son muchas las opciones que nos permiten reciclar los envases de nuestra vida cotidiana y que de otra forma irían a la basura. Internet es una biblioteca infinita de ideas dónde inspirarte para componer la maceta que mejor combine con tu estilo.
De cara al buen tiempo, las cestas de mimbre merecen una mención especial. Al ser un producto de artesanía, las cestas se desgastan y van perdiendo su forma poco a poco. Para reciclarla, personalízala con un baño de color, unos añadidos de tela o unos pompones y termina introduciendo una planta que se adapte a su tamaño. Colgadas del techo, a la altura de la pared o directamente en el suelo, renuevan el ambiente además de aportar ese aire rústico que tanto nos gusta.
Lámparas con personalidad
Las lámparas son en muchas ocasiones las grandes olvidadas de la decoración, pero en este caso eso juega en nuestro favor. Hay infinidad de objetos que podemos reciclar para componer una pieza creativa, con personalidad y que contraste con el resto de la decoración. Como en todos los proyectos de reciclaje, la customización será la clave para borrar cualquier signo de su anterior vida.
Dependiendo de en qué lugar de la casa vaya a estar situada, la lámpara puede incluir piezas que tengan relación con su nuevo espacio. La cocina es uno de los lugares ideales para introducir creaciones únicas. Todos tenemos menaje de sobra. Cubiertos, ralladores, y otros utensilios de cocina son candidatos idóneos para formar parte de nuestra decoración. Atreverse a experimentar más allá de las clásicas lámparas hechas con botellas de vidrio suma puntos.
Podemos decir sin temor a equivocarnos que éste es el momento en el que nuestro planeta más necesita de nuestra colaboración. Todos los que ya somos conscientes de la importancia del reciclaje, del valor de nuestros pequeños gestos, debemos intentar vencer a la pereza y al desconocimiento e incluir el correcto reciclado de las bombillas en nuestra rutina. Así lo han hecho ya muchos españoles, gracias a los cuales Ambilamp ha logrado reciclar más de 200 millones de bombillas este año. Un hito que podemos superar con la ayuda de todos.
Imagen | Lisa Fotios, Karyme França, Lizzie, Bernard Hermant, Bonnie Kittle, Patrick Schneider, Kaboom, Pxhere