Los que hayáis estado allí, sabréis que el restaurante Bálamo está presidido por un enorme jardín vertical interior, que puede contemplarse desde casi cualquier ángulo de los 4.200 m de espacio con el que cuenta esta marisquería.
Este increíble jardín vertical interior, el corazón verde de Bálamo, tiene una gran repercusión ambiental, ya que produce el oxígeno necesario para que respiren 350 personas al año, capta 45.5 kg de polvo por año, filtra 234.5 toneladas de gases nocivos por año, y además, atrapa y procesa 94.5 kg de metales pesados por año... ¡Ahí es nada!
Mide 350 metros cuadrados, con 10 metros de altura y 35 de ancho. Lo que le hace ser, a día de hoy, el jardín vertical interior más grande de Europa. Una obra diseñada por el biólogo y experto en botánica, Ignacio Solano, formada por más de 14.500 plantas de 30 especies diferentes. Sin duda, un lugar fuera de lo convencional.
Para su cuidado cuenta con monitorización domótica online que asegura un control total de las plantas, lo que ayuda a no necesitar un gran consumo de agua, 40 litros diarios, ni mantenimiento. Cuenta con un depósito de agua de 3400 litros y de 100 litros de vitaminas, y se nutre de luz natural y de luz artificial pensada para que se encienda cuando sea necesario.
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