Hay algo mágico en los antes y después: nos inspiran, nos motivan y nos demuestran que cualquier espacio, por viejo o triste que parezca, puede renacer con creatividad y ganas. Este patio urbano, situado en el sur de Londres, es el ejemplo perfecto. Lo que era un rincón olvidado y frío se ha convertido en un oasis lleno de vida, gracias a una intervención sencilla pero muy bien pensada.
La transformación partió de una base clara: pintar para unificar y dar profundidad, y sumar vida verde a través de maceteros, nuevas especies y vegetación perenne. El resultado es un espacio acogedor y vibrante que combina el estilo contemporáneo del gris oscuro con la frescura de los verdes y los toques florales. La elección de plantas resistentes ayuda a que el patio se mantenga bonito durante todo el año.

Como en otras ocasiones aquí tenemos un claro ejemplo de que muchas veces no se necesita gran presupuesto, sino una buena visión y ganas de transformar. En este caso lo más destacado es la mano de pintura. Es cierto que también se han cambiado los separadores con los patios colindantes, se ha retirado una vieja celosía y se han añadido muebles, pero nada que no podamos conseguir en una tienda deco low cost.
Los espacios exteriores, por insignificantes que parezcan, merecen una atención especial. Un patio, un balcón o una terraza pueden convertirse en auténticos refugios de bienestar, pero como están expuestos a las inclemencias del tiempo se deterioran rápido si no gestionamos bien su mantenimiento y aún con mantenimiento hay que renovarlos en todo o en parte cada cinco o como mucho cada diez años.
Más información | emilyhilliergardendesign en Instagram
Ver 0 comentarios