Es muy habitual en los amantes de la tecnología, entre los que me incluyo, buscar un sinfín de argumentos y motivos por los que les es imprescindible adquirir el último y más moderno aparato. El último siempre es el definitivo, el que hará la vida más sencilla y el trabajo un camino de rosas.
Cuando salió el iPad, mi mente se puso a trabajar en busca de las excusas necesarias para justificar su compra, y fruto de esas divagaciones he encontrado mil y un usos para el iPad en casa.
Los tenéis resumidos en el video encabeza estas palabras (ahí no hay mil, pero os podéis hacer una idea), pero si queréis un repaso sobre los usos que le podemos dar al tablet de Apple en cada estancia del hogar, lo mejor es que sigáis leyendo.
El iPad en el salón
El salón es probablemente el hábitat natural del iPad, pues más allá de la función más inmediata, la de marco de fotos, también puede hacer las veces de reproductor de música conectado a unos altavoces, o incluso sin ellos, gracias a la calidad del sonido que emite.
Además, con el nuevo adaptador AV digital (con salida HDMI) y la función “Compartir en Casa”, podemos reproducir los vídeos y películas que tengamos almacenados en la biblioteca de iTunes en nuestra televisión, con muy buena calidad de imagen.
Obviamente, también podemos usarlo para navegar, leer el correo o tal vez un libro mientras estamos cómodamente tumbados en el sofá, pero lo mejor es que sustituye a otros aparatos como el dvd, la minicadena o el marco de fotos, de los que podemos prescindir si queremos, liberando mucho espacio y cableado.
El iPad en el dormitorio
Tras el salón, el dormitorio es otro de los lugares donde más usos se le puede dar al iPad. Colgado de la pared o en la mesita de noche hace las veces de reloj despertador, que también nos informa del tiempo que va a hacer ese día o incluso de cómo está el tráfico para ir a la oficina esa mañana.
Por la noche puede sustituir al libro en la mesita, también nos permite ver una película arropado en la cama cómodamente o ambientar musicalmente una noche de pasión. Además, con determinadas aplicaciones, se le pueden dar más usos adultos, ideal para combinar con los muebles para mejorar las relaciones de pareja.
El iPad en la oficina
La oficina también es una de las estancias en las que uno se puede imaginar usando el iPad. Es especialmente útil como calendario, pero sus posibilidades en el espacio de trabajo son infinitas, desde las más inmediatas como leer las últimas noticias o consultar las redes sociales, hasta otras más específicas como tableta de dibujo o marco con fotos inspiradoras.
A mi me resulta muy práctico, pues me permite tener una pantalla más donde poder mirar cosas y, además, puedo seguir trabajando tranquilamente con el iPad cuando el ordenador se enfrasca en alguna tarea en la que es mejor dejarlo a su rollo.
El iPad en la cocina
Seguro que más de uno ya habéis usado el iPad en la cocina, de hecho, anoche vi como lo utilizaban en un programa de televisión. Al menos a mi me ayuda mucho cuando estoy haciendo alguna receta de las muchas aplicaciones de gastronomía que hay disponibles o cuando preparo las deliciosas recetas de mis compañeros de Directo al Paladar.
En la imagen igual me he excedido un poco colocándolo sobre la vitrocerámica, pues ahí se llenaría de grasa a las primeras de cambio, pero es muy práctico como libro de recetas casi infinito, solo hay que tener cuidado de no tocarlo con las manos muy sucias o mojadas.
El iPad en el baño
El iPad en el baño no es que cumpla demasiadas funciones, pero las opciones que ofrece le alegran a uno la vida. Principalmente porque, cuando uno está sentado en el trono, es mucho más entretenido tener un mini ordenador entre las manos que un aparatoso periódico, aunque es cierto que el iPad no te puede ayudar en caso de que se acabe el papel higiénico.
Utilizando la función “Compartir en Casa” también podemos amenizar la ducha o el baño con nuestra música preferida sin tener que tan siquiera pasarla desde el ordenador. En invierno, con un calefactor evitaréis que se forme demasiado vapor de agua como para que éste pueda afectarle.
El iPad en otras zonas de la casa
Además de todas las mencionadas, el iPad tiene usos en muchas otras zonas de la casa, como por ejemplo en el vestidor, donde puede ayudarnos a elegir qué ponernos gracias a las aplicaciones de tiendas online. También podemos ver las galerías de fotos y así inspirarnos en nuestros modelitos anteriores o en cómo viste ese amigo o amiga que siempre va hecho un pincel.
El iPad también puede funcionar como estación metereológica, donde no solo podremos conocer la temperatura y la previsión del tiempo, sino incluso ver los mapas de los satélites y muchísima más información que la que nos puede ofrecer la mejor de las estaciones metereológicas tradicionales.
De momento, esos son los usos para el iPad en casa que se me han ido ocurriendo y que he ido usando desde que lo tengo, pero estoy seguro que a vosotros también se os han ocurrido muchos, así que no dejéis de compartir vuestro conocimiento en los comentarios.
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