Las tres soluciones que cambiarán tu cocina según un experto diseñador de cocinas: "Por favor, no pongas solo baldas"

No hace falta tener una cocina de revista para disfrutar del orden. A veces, basta con pensar mejor dónde va cada cosa. Es lo que propone Pau Blanc, diseñador especializado en interiores funcionales, que defiende un principio básico: el almacenamiento no debe ser una solución improvisada, sino parte del diseño desde el principio.

Cada cosa en su lugar

Estas tres propuestas permiten maximizar espacio, reducir el desorden visual y facilitar la vida cotidiana. No se trata solo de acumular más cosas, sino de que cada una tenga su sitio pensado desde el inicio. Una cocina ordenada, para Blanc, no es un lujo: es una herramienta para el bienestar diario.

Además, son soluciones que pueden incorporarse en viviendas ya construidas. Reformas pequeñas, cajoneras modulares o muebles a medida pueden adaptarse sin obras invasivas. El orden empieza por preguntarse cómo se vive el espacio y qué se necesita realmente a mano.

Así es la parte inferior

Una de las ideas más potentes de Blanc es la de concentrar cajones en la parte inferior del mobiliario. “De la cintura para abajo, todo cajones”, resume. El objetivo es tener todo a la vista, accesible y sin necesidad de agacharse a hurgar en armarios profundos. Una distribución más lógica, más cómoda y mucho más práctica.

Cajones en altura

Pero ¿y la parte superior? Blanc propone que si se quiere mantener una coherencia visual, también puede suspenderse una línea de cajones en altura. Estos módulos permiten almacenar lo que se usa menos frecuentemente sin romper la estética, especialmente si se juega con materiales integrados o sin tiradores visibles.

Baldas extraíbles

La tercera idea, tan simple como eficaz, es incorporar baldas extraíbles. Blanc insiste en que la profundidad no debe ser un obstáculo, y estas baldas permiten aprovechar cada centímetro sin perder visibilidad ni accesibilidad. Evitan la frustración de vaciar un cajón entero para encontrar una cosa, señala.

Frente al caos visual de muebles sin sentido, Blanc apuesta por una organización lógica y visualmente limpia. Cada elemento debe servir para algo y encajar en una estructura coherente. Y eso incluye tanto los objetos como los vacíos útiles: espacios libres que permiten respirar al diseño.

En definitiva, ordenar no es llenar más, sino elegir mejor. Estas tres estrategias de Pau Blanc convierten el almacenaje en una declaración de estilo y sentido común. Porque vivir cómodo no es cuestión de metros cuadrados, sino de un diseño que escucha cómo vives.

Foto | Max Vakhtbovycn y Tucocinaconpau

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