Cristina Muñoz, experta en orden: "No utilices botes para ordenar la despensa si los armarios son demasiado profundos"

La imagen de una despensa perfectamente ordenada, con botes alineados y alimentos a la vista, se ha convertido en un icono recurrente en revistas y redes sociales. Sin embargo, no siempre lo que resulta más estético y en tendencia es también lo más práctico. 

Así lo advierte Cristina Muñoz (@orden_y_espacios), experta en orden y organización del hogar, quien invita a reflexionar antes de llenar la despensa de tarros. Y es que, el espacio siempre manda dentro de los cajones y armarios, y no todas las despensas están pensadas para usar botes.

Orden y estética

El principal objetivo de utilizar botes en la despensa es claro, lograr un conjunto más ordenado y visualmente armónico. Pero Cristina Muñoz insiste en que el orden real debe ir acompañado de funcionalidad. “Si los estantes son demasiado profundos, los botes acaban colocados unos detrás de otros y dejan de ser prácticos”, explica. El resultado es una despensa bonita, pero poco eficiente, donde olvidamos lo que tenemos al fondo. En este tipo de armarios, los envases originales suelen adaptarse mejor al espacio que los botes rígidos.

El coste invisible del orden

Otro aspecto que suele pasarse por alto es el mantenimiento que exige el uso de botes. Cada vez que se hace la compra, es necesario retirar los envoltorios originales y rellenar los tarros, una rutina que no todo el mundo está dispuesto a asumir a largo plazo.

Además, los botes requieren una limpieza periódica para evitar restos de alimentos y mantener la higiene. A esto se suma un detalle clave, la fecha de caducidad. Esta información viene impresa en el envase original, por lo que, al trasvasar el producto, hay que anotarla en el bote o en otro sistema de control. De lo contrario, se corre el riesgo de perderla de vista.

Cuándo sí funcionan los botes en la despensa

Cristina Muñoz no demoniza el uso de tarros, pero sí aclara dónde son realmente útiles.  En estos casos, los botes aportan orden, comodidad y una estética cuidada sin comprometer la funcionalidad. Según la experta, funcionan especialmente bien en:

• Despensas con poco fondo, donde todo queda visible de un solo vistazo.
• Estantes situados a la altura de los ojos, utilizando botes de diferentes alturas para aprovechar mejor el espacio.
• Despensas con baldas extraíbles o giratorias, que permiten acceder fácilmente al contenido sin ocultar nada detrás.

Fotografía de portada | Cristina Muñoz

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