Así se ha reformado sin obras esta cocina en solo tres días y por menos de 400 euros

Reformar una cocina suele asociarse con obras interminables, polvo, ruidos y presupuestos desorbitados que en muchas ocasiones tenemos que desviar o acomodarnos a lo que ya tenemos. Pero no siempre tiene por qué ser así, reformar la cocina también puede ser rápido, barato y con resultados geniales. 

Una reciente intervención de estilo “low cost” demuestra que cambiar por completo la apariencia de una cocina puede lograrse en tiempo récord y sin necesidad de grandes obras, y lo mejor: por menos de 400 euros. Pero la clave no estuvo en derribar paredes ni cambiar instalaciones, sino en aplicar creatividad, materiales adecuados y pequeños cambios estratégicos que multiplican el efecto visual.

Paso a paso de la reforma low cost de una cocina

El proceso comenzó por lo más básico, preparar los muebles existentes. Primero se limpiaron a fondo, se lijaron y se imprimaron. Inicialmente se probó con spray, pero pronto se optó por Titanlux satinada, una pintura que cubre mejor, dura más y deja un acabado impecable. 

Un detalle sencillo pero poderoso fue pintar las cenefas con la misma pintura que los muebles. Esta decisión no solo unifica los tonos, sino que aporta luminosidad y sensación de amplitud. Solo con este pequeño cambio, la cocina parecía completamente distinta.

En cuanto al fregadero, la opción elegida fue pintura negra mate biocomponente, especialmente resistente y con un acabado elegante y moderno. “Queda espectacular. Con el tiempo quizás haga falta aplicar alguna capa más, pero el impacto visual es inmediato”, aseguran los responsables.

Para renovar la encimera sin obras, se utilizó un revestimiento vinílico especializado en cocinas, un material resistente al agua y al calor. Se trata de un papel adhesivo fácil de aplicar que permite un acabado limpio y uniforme, dando la sensación de una encimera nueva sin necesidad de retirarla ni instalar otra.

El frigorífico recibió un doble tratamiento: los laterales se cubrieron con papel vinílico metalizado, mientras que los frontales fueron pintados, aportando coherencia con el resto de la cocina y un toque moderno.

En el suelo, se nivelaron las baldosas y se colocaron losetas vinílicas una a una. “Es un trabajo que requiere paciencia, pero el cambio final lo merece”, aseguran. El resultado es un suelo uniforme, práctico y estéticamente atractivo.

Para dar el toque final, se recurrió a detalles de decoración económica: plantas, textiles y accesorios que completan el look sin disparar el presupuesto. “A veces no hace falta reformar de verdad, solo atreverse a transformar”, concluyen.

Fotografías | Vía @elviajedemya

En Decoesfera | Adiós al alicatado: Cómo ahorrarte entre 1500 y 2000 euros al renovar la cocina, según este experto en reformas

En Decoesfera | Era una cocina apagada de los años 70: con unos sencillos trucos hoy es una cocina llena de color