Así puedes reparar la cisterna del wc cuando gotea, según un fontanero profesional

Una cisterna que no deja de gotear puede convertirse en una pequeña pesadilla doméstica, además del molesto sonido del agua cayendo continuamente sobre el fondo del inodoro, este roto supone un desperdicio constante de agua que después se refleja en la factura. 

Pero no todo son malas noticias. Según el fontanero Joan Pascual (@elfontajoan), la solución está al alcance de cualquiera: “Te voy a enseñar a reparar tu cisterna que gotea en un minuto y por menos de 30 euros”.

El experto explica que el primer paso es identificar la causa del goteo. “Normalmente —apunta Pascual—, el problema está en el descargador, que no llega a cerrar completamente, o en la boya de alimentación, que se desajusta y llena más de la cuenta”. Con la tapa del depósito abierta, bastará observar qué parte no funciona correctamente. Una vez detectado el fallo, el proceso es simple y rápido.

Sustituir la boya

Si la pieza de la boya está partida o no corta el paso del agua, el resultado será un flujo continuo hacia el rebosadero. En este caso, Pascual recomienda reemplazarla por una nueva siguiendo unos pasos básicos:

1. Cerrar la llave del agua.
2. Desenroscar el latiguillo (el tubo flexible que conecta la cisterna con la toma de agua).
3. Retirar la pieza dañada y colocar la nueva boya en su sitio.
4. Ajustar bien la tuerca del latiguillo y volver a abrir el agua.

“Con el truco del papel —añade el fontanero— puedes comprobar fácilmente si hay fugas: colocas un trozo en la base y, si no se humedece, la reparación está perfecta”.

Cambiar el descargador

Cuando el problema está en el descargador, lo ideal es sustituirlo por completo, especialmente si es antiguo o presenta desgaste. “Sí, podríamos cambiar solo la goma, pero si la pieza tiene muchos años, es mejor renovarla entera y olvidarse del problema”, aconseja Pascual. El procedimiento también es muy sencillo:

1. Cerrar la llave de paso del agua.
2. Retirar el descargador antiguo con un leve giro a la izquierda.
3. Quitar el adaptador del nuevo modelo y ajustar las pletinas a la base antigua.
4. Medir la altura adecuada, cortar el sobrante y colocar el tirador.
5. Instalar el nuevo descargador y comprobar su funcionamiento.

Un pequeño gesto que marca la diferencia

Con una inversión mínima y apenas unos minutos de trabajo, es posible ahorrar agua y evitar averías mayores. Además, las piezas necesarias —una boya o un descargador nuevos— pueden encontrarse fácilmente en cualquier ferretería o gran superficie de bricolaje.

Lo importante es no dejarlo pasar —concluye Pascual—. Un goteo constante puede llegar a desperdiciar cientos de litros al mes. Y si puedes solucionarlo tú mismo, mejor que mejor.

Fotografía de portada | Vía @dede.studio

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