Un baño que ha ganado luz, almacenamiento y calidad de vida
En los años 90 los baños se concebían como espacios meramente funcionales, hechos únicamente para cumplir su misión y utilidad como tal. Cabinas cerradas, revestimientos oscuros, muebles voluminosos y una iluminación que apenas acompañaba. Este proyecto demuestra que, con una reforma bien pensada, incluso un baño claramente anclado en el pasado puede reinventarse por completo y adaptarse a las necesidades actuales sin perder personalidad.
El punto de partida era claro: un cuarto de baño oscuro, visualmente saturado y con una distribución poco eficiente. El reto, convertirlo en un espacio contemporáneo, luminoso y práctico, capaz de sumar confort y valor a la vivienda durante muchos años más.
Más luz, amplitud y orden visual
La primera gran decisión fue apostar por una reforma integral, replanteando tanto los acabados como la distribución. El cambio es evidente nada más entrar, el baño ha ganado luz y sensación de amplitud gracias a una paleta cromática clara, dominada por revestimientos de inspiración pétrea en tonos suaves, que reflejan la luz y aportan continuidad visual.
Además, el suelo efecto madera introduce un contrapunto cálido que equilibra el conjunto, alejándolo de la frialdad excesiva y creando un ambiente acogedor, actual y atemporal.
Pero uno de los cambios más significativos ha sido la sustitución de la antigua cabina de ducha por una ducha completamente abierta de pared a pared. Esta decisión no solo moderniza el espacio, sino que multiplica la sensación de amplitud y mejora notablemente la experiencia de uso.
La nueva ducha incorpora una mampara de perfilería negra, que aporta carácter sin sobrecargar el diseño. Además, se ha integrado una hornacina iluminada, un detalle tan estético como funcional, que permite organizar los productos de higiene sin recurrir a accesorios añadidos y mantiene el espacio limpio y ordenado visualmente.
Un almacenamiento inteligente
El mueble de lavabo juega un papel protagonista en la transformación. Se ha optado por un mueble de líneas rectas y acabado madera, con gran capacidad de almacenamiento y un diseño suspendido que aligera visualmente el conjunto.
Los tiradores integrados en negro refuerzan la coherencia estética del proyecto y dialogan con el espejo retroiluminado, otro de los grandes aliados de la reforma. Este tipo de espejo no solo mejora la iluminación general del baño, sino que añade un punto sofisticado y muy actual.
Fotografía de portada | Los Hermanos García
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