Cómo evitar que las obras afeen el entorno

Cómo evitar que las obras afeen el entorno
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Las obras en calles y casas forman siempre parte de una ciudad, cuando se termina de arreglar por un lado ya hay que empezar por el otro y así nos movemos siempre entre vallas y andamios. Siempre me he preguntado si no se podían hacer un poco más bonitos, ya que al fin y al cabo forman parte del ambiente y del entorno y la verdad es que en muchas ciudades, empezando por la mía, no se molestan mucho en cuidar su aspecto.

Ahora sé que sí que es posible colocar un andamio que quede bien en un edificio y que no afecte demasiado a la estética de una calle, en algunas ciudades, por ejemplo en Amsterdam, donde estuve hace unos días, cuidan mucho esos detalles y hacen que las obras se noten menos y molesten menos a la vista. Yo creo que debe costar más o menos lo mismo hacer un andamio feo o uno bonito o de un color o de otro y puestos a elegir, mejor el bonito siempre.

La idea es por un lado elegir para los andamios y las telas que los forran un color adecuado, no tiene por qué ser verde o marrón que es lo habitual, tal vez la intención con esos tonos es que pasen inadvertidos, pero no se consigue, así que mejor elegir colores alegres, cómo fucsia o violeta y hacerlos destacar de forma positiva, por otro lado es importante que la tela quede tensa y no arrugada ni colgando, causa mucho mejor efecto.

valla

Si en vez de un aprobado raspado queremos ir a por nota, entonces incluso podemos innovar con algo más original, cómo es decorar las vallas con murales, o las obras de edificios históricos con fotografías del propio edificio impresas en tela a tamaño natural. Podemos llegar a conseguir que la obra pase prácticamente inadvertida centrando la atención en otro aspecto.

Hoy en día tenemos opciones de impresión digital en todos los tamaños y con una gran variedad de materiales, así que las típicas vallas rojas y blancas o amarillas, que molestan tanto a la vista, se pueden sustituir en ocasiones por vallas mejor diseñadas con algún dibujo o fotografía divertido, aunque solo sea elegir colores cómo el malva o el azul resulta mucho más relajante y los colores llamativos no siempre se usan por señalizar peligro, es que las vayas son así ya por defecto.

Desde aquí mi llamamiento para que otras empresas de obras y las administraciones de las ciudades, sigan este ejemplo y empiecen a pensar en que si las obras forman parte de nuestro día a día, es bueno integrarlas en el entorno, al fin y al cabo el andamio está hoy aquí y mañana allí, pero siempre está, incluso aunque cueste un poco más hacerlo bonito, yo creo que a la larga, se amortiza y compensa, tanto para los habitantes de la ciudad, cómo para los visitantes y turistas que no se asustarán tanto al verlo.

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