Tanto si estáis de alquiler, como si dejásteis la terraza para el último momento y los suelos son un horror (como os comentaba el otro día, mientras la medía con el medidor láser de Bosch)hay muchas opciones a la hora de abrir sus puertas y que sea un rincón maravilloso donde pasar más tiempo, ahora que llega el calorcito.
Quien tiene una terraza o balcón en la ciudad, tiene un tesoro y hay que mimarlo y cuidarlo tanto como el resto de la casa, para aprovecharlo al máximo.
No todo tiene que ser complicado, basta con dedicarle unas horas y dejarla preciosa. Podemos instalar una mesa de cultivo, poner jardineras colgantes (que no ocupan sitio y son muy agradecidas) y llenarlos de flores, plantas, cultivos... un pequeño, a veces diminuto, Jardín del Eden en mitad de la urbe.
Paso 1: Vaciar y limpiar bien el balcón o terraza
Si nuestra terraza es el sitio preferido para dejar balones, bicis, monopatines, máquinas de hacer pesas, sillas de playa etc, etc, etc. Id buscando algún otro sitio, porque la terraza está muy cotizada y no podemos perder ni medio metro en almacenamiento de trastos. Después viene una limpieza a fondo. Barrer, fregar y ver el estado de paredes y suelos.
Si sois mañosos, una mano de pintura de exterior es muy agradecida. Si os va el estilo étnico y sois osados podéis probar con un color fuerte como un fucsia o verde esmeralda, estilo mejicano. Si preferís el encalado clásico, éste reflejará la luz. Otra opción para quienes tienen las paredes de ladrillo visto, es barnizarlas brillantes, así se distinguirá del resto.
Otra opción en poner madera, incluso de palets de obra, como veíamos en alguna ocasión, claro que eso ya son palabras mayores.
Paso 2: el suelo
Si vuestro suelo está muy y estáis dispuestos a un DIY en toda regla, podéis elegir suelos de madera en Leroy Merlín, Aki, Bricor, Ikea, El Corte Inglés, Carrefour, Alcampo... o cualquier otra gran superficie, ya sea en listones o planchas preparadas y colocarla con cuidado y rezando para que las medidas sean las que necesitáis.
En caso de que os sobre o falte mucho, siempre podéis poner jardineras en el hueco sobrante para que parezca que está hecho así a propósito.En caso de que queráis un resultado rápido y resultón, os recomiendo que optéis por cubrir el suelo con alfombras, jarapas o cualquier otro tipo de material.
Paso 3: Los muebles, menos es más
Es fundamental no abarrotar nuestro pequeño paraíso de muebles y macetas. De hecho empezaría por las plantas y me plantearía las sillas o sillones (o pufs, colchonetas etc) con el espacio sobrante. Se trata de que sea acogedor, no agobiante y aunque a todos nos gustaría tener una terraza de 100 metros cuadrados, muy pocos tienen esa suerte de poder poner fuente con surtidor entre espacios...
Un palet con colchones y cojines de colores es buena idea, cómoda y barata. Ahora que si de gangas hablamos tanto Carrefour como Ikea y El Corte Inglés tienen muebles de exterior a muy buen precio. Lo principal es que tanto el estilo como el tamaño se adapten a tu terraza. Para estilos depende de si quieres darle un toque chic parisino con muebles de hierro, muy bohemio con puff y almohadones por el suelo o clásico de sillas de rattan, eso ya, para los gustos, los estilos e, insisto, los tamaños y los espacios.
Paso 4: Plantas, cultivos y muchas flores
Un limonero en maceta en una esquina, un laurel que ahuyenta a los bichos en la otra, jardineras plagadas de vivaces de todos los colores y macetas con tomates, pimientos y frutos rojos son fundamentales en tu terraza o balcón.
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Imágenes | West elm, Pottery Barn, Erin Michael, Verde es vida
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