Yo soy de las que opinan que a veces los diseñadores de muebles se pasan, buscan una originalidad en las formas tan elevada que restan demasiada importancia a la funcionalidad, no todos ni en todas sus propuestas pero si en algunas de ellas, es lo que me parece que ha sucedido con estas sillas de Gsign, sobre todo con la primera, está bien buscar cosas nuevas, reinventar conceptos innovar, pero hasta cierto punto.
Para mi gusto lo más importante y sobre todo en un asiento, es que sea cómodo, si al mismo tiempo puede ser bonito, genial, si además es original, maravilloso, pero por ese orden, no me parece una práctica recomendable en cosas que se supone que son para usar, que primero se intente conseguir que llamen la atención, porque eso no servirá de nada si a la larga nos vamos a dar cuenta de que no son confortables.
No hay más que ver las imágenes de como una persona puede utilizar estas sillas para darse cuenta de que hay algo que falla, en el caso de la primera es más que evidente, porque esa postura para descansar cinco minutos vale, pero si es mucho más tiempo acabarás con un dolor de espalda terrible, en el caso de la segunda, la chica ha conseguido sentarse, pero su cara parece decir... Mejor no me voy a mover mucho, no vaya a ser que me caiga... Vamos que a mi no me convencen, pero ya se sabe que sobre gustos no hay nada escrito.
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