Muebles de arquitectos: Le Corbusier

Muebles de arquitectos: Le Corbusier
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Por lo general, los grandes arquitectos del último siglo no se dedicaron solamente a cambiar la concepción de la arquitectura, sino que tuvieron tiempo también para revolucionar el diseño industrial.

Entre los más activos cabe destacar a Charles Édouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier. A lo largo de su carrera ideó diferentes piezas de mobiliario; sillas, butacas, sofás, mesas… cuyos diseños han trascendido hasta nuestros días. De hecho, yo estuve a punto de comprarme uno de sus sofás para mi comedor.

Hoy os voy a mostrar sus cuatro primeras series, que son, además, las más conocidas. Es importante remarcar que, a pesar de que abarcan elementos tan diferentes entre sí como una butaca, una tumbona y sofás de diversos tamaños, tienen muchos elementos en común; comparten una estructura basada en tubos de acero, el tapizado es de piel bovina y en todas se vislumbra un gusto por la línea y el plano, constantes en su forma de concebir la arquitectura.

LC1 de Le Corbusier

La primera serie, denominada LC1, es una butaca ligera. El respaldo y el asiento se definen por dos planos de cuero apoyados sobre dos pórticos de acero. La clara disociación de la estructura hace parecer que esté flotando en el aire.

LC2 y LC3 de Le Corbusier

Las series LC2 y LC3 son muy similares, una gama de sofás y sillones de varios tamaños; desde una a tres plazas. Un conjunto de barras de acero envuelven y dan apoyo a un sistema de cojines de forma prismática. El resultado; líneas puras y sencillas, la idea básica de un sofá llevada al extremo. Podría reducirse a un conjunto de planos que se cortan entre sí. Tratad de dibujarlo y veréis que que no os harán falta muchas líneas.

LC4 de Le Corbusier

Por último, la LC4, es una tumbona. Como no, se trata de una serie de planos quebrados que forman el respaldo, sustentados por una estructura metálica con muchas referencias a la arquitectura. El cojín para la cabeza es otra forma geométrica pura, un cilindro. Fijaos de nuevo en su ligereza, da la impresión de que esté levitando.

Desde el punto de vista visual y geométrico, se trata de verdaderas obras de arte, fruto de un largo proceso de abstracción. No obstante, este afán por el plano y línea, desemboca a veces en muebles que no son todo lo cómodos que uno desearía, especialmente los sofás, cuyos respaldos tan perpendiculares al asiento y de baja altura, para preservar las proporciones, resultan poco confortables al rato de estar sentado. Así pues, son piezas muy interesantes si su uso es puntual, como en un despacho o una sala de poca espera.

Como anécdota, son los sofás que hay en el Princeton-Pleisboro, el hospital donde trabaja House, quien además posee un ejemplar de la Lounge Chair diseñada por Charles Eames, con su reposapiés a juego.

Se pueden conseguir réplicas a precios muy asequibles, aunque su precio varía en función del fabricante y la calidad de los acabados.

Más información | Yatiles Center, Steel Domus
En Decoesfera | Los sillones y las mesitas del EBE08, diseños de 1929

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