Planificar la librería: Librerías para separar ambientes

Planificar la librería: Librerías para separar ambientes
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Si ayer os hablabámos de las librerías empotradas que eran lo más adecuado cuando hablábamos de pisos pequeños o habitaciones estrechas, hoy le toca el turno a una distribución de librería que es más bien para todo lo contrario: espacios amplios, lofts o salones con varios ambientes.

Se trata de utilizar la librería como un objeto para separar ambientes, de manera que le sacamos un doble partido al mueble: por un lado su labor habitual, la de almacenamiento y por otro la de separación.

Lo mejor en estos casos es optar por un diseño simétrico, cerrado o abierto.

El caso del diseño abierto (es decir una librería sin trasera) es mejor para lugares donde, a pesar de ser amplios no sobre espacio de almacenamiento, con este tipo de librería podremos aprovechar este almacenamiento tando desde un lado como desde el otro, pero claro, si hacemos esto tenemos que tener un especial cuidado con las baldas que también deberían ser algo más amplias (si ponemos el doble de peso, estas se combarán antes y pueden afear el aspecto de la librería además de darnos alguna que otra sorpresa).

343_1a_16g.jpg

Este modelo no sólo te ayudará a tener más espacio de almacenamiento, sino que además también te ayudará a hacer los espacios más luminosos y continuos, ya que podrás ver de un lado a otro.

Pero no siempre tiene por qué ser así, igual en uno de los ambientes no queremos utilizar el espacio de almacenamiento, o queremos que la separación sea más sólida y por tanto utilizaremos una librería con trasera, que separe totalmente los ambientes.

Si optas por esta opción, ya sea abierta o cerrada, tienes que tener en cuenta que lo que intentas es hacer de la librería una especie de pared artificial, y por tanto, la opción más decorativa y efectiva en la mayoría de los casos es pintarla del mismo color que las paredes y darle una textura parecida, para así darle un aspecto más sólido e integrado.

Por ejemplo, si tienes papel pintado en tus paredes puedes optar por aplicarlo también sobre al menos la parte exterior de la librería, haciendo que parezca una prolongación, aunque independiente, de la pared.

Otra opción es pintarla de cualquier otro color, pero claro, es una postura más arriesgada, sólo para aquellos ambientes donde queramos dar una mayor importancia a la librería o desviar las miradas hacia ella.

Comentarios cerrados
Inicio