Tal vez tengáis por casa una vieja regadera de metal que ya esté algo oxidada y estropeada y que ya no utilicéis para regar pero de la que no os deshacéis porque es casi un recuerdo familiar y le tenéis cariño. Si queréis darle una nueva vida y además relacionada con el mundo de las plantas podéis convertirla en una maceta.
La idea no puede ser más sencilla solo hay que hacer unos agujeros en la base de la regadera, tal vez ya esté picada por abajo y os ahorre ese trabajo... si queréis también la podéis lijar para eliminar el óxido y podéis pintarla en un color de vuestra elección. Después solo hay que introducir tierra en su interior y plantar en ella lo que queramos.
Si la regadera no es antigua y de metal también sirve la idea, pero claro, el proyecto no os va a quedar tan cuqui. En general esta idea sirve no solo para regaderas, sino en general para todo tipo de recipientes que hayan dejado de ser funcionales para el uso para el que habían sido creados pero que como macetas aún nos pueden servir.
En Decoesfera ya hemos visto cómo convertir en macetas un montón de cosas principalmente botellas y latas, pero también otras tan curiosas como lámparas y hasta una bañera. Así que visto lo visto lo de la regadera es pan comido, si tenéis una por casa en desuso no hay excusa para no ponerse manos a la obra.
Vía | Recyclart
Más información | The Little Green House
En Decoesfera | iGrow, la maceta que muchos de nosotros necesitamos