Una vajilla menguante y casi desparejada, una lámpara que necesita un cambio de imagen urgente; dos buenas razones para ponerse manos a la obra y construir un pie de lámpara original y poco visto, más bonito cuanto más juguemos con los distintos diámetros de las piezas. Este es el “hazlo tú mismo” que proponemos hoy, un juego travieso y solo apto para mentes abiertas.
Para hacerlo realidad hacen falta un buen número de platos de una misma vajilla y de diferentes diámetros, taladro, una varilla hueca roscada, adhesivo, cable eléctrico, un interruptor, un portalámparas y una pantalla. Todos los platos han de ir taladrados en el centro, con cuidado de tomar bien las medidas para que la forma final sea armónica.
Taladrar un plato no debería tener más complicación que hacerlo en una baldosa, siguiendo los consejos para taladrar esta: poner cinta de carrocero en la zona marcada o descascarillar un poco el punto exacto antes de agujerearlo. No hay que decir que los agujeros deben de dejar pasar la varilla roscada si problemas.
Una vez hecho esto hay que probar con la forma definitiva, montando los platos hasta que demos con el conjunto que más nos guste y ajustando la longitud de la varilla. El plato que irá debajo del todo deberá de ser de fondo hondo, para que podamos hacer un agujero en uno de los extremos para introducir el cable. Prepararemos un plato llano sobre el que montaremos la varilla roscada asegurándola al fondo con unas tuercas. Uniremos estos dos platos con adhesivo extrafuerte, el llano sobre el hondo cuidando de pasar los cables antes de pegarlos.
Entonces comenzaremos a formar el pie de lámpara, montando los platos sobre la varilla, que deberá llevar ya el cable en el interior, empezando por abajo, y añadiendo al fondo de cada plato un hilo de adhesivo extrafuerte, cuidando que no se vea en el exterior. Una vez terminamos la torre de platos, solo hay que montar el portalámparas y la pantalla, colocar el interruptor y el enchufe, y lucir nuestra obra maestra.
Esta lámpara tendrá un peso considerable, cuestión que hay que tener en cuenta a la hora de decidir su ubicación, asegurando que la superficie sobre la que descanse sea resistente y soporte bien el peso.
Vía | Ministry of Deco
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