Ya casi está aquí la noche más terrorífica del año, y muchos (yo la primera) sin nada preparado. Así que, he buscado por la red tutoriales sencillos donde poder hacer una calabaza de manera rápida y sencilla para la fecha señalada. Además, estas dos ideas son tan fáciles que podremos trabajarlas con los peques de la casa y, como hace buen tiempo, aprovechar una tarde en la terraza para prepararlas.
Los materiales de ambos DIY rápidos de calabazas resultonas para Halloween, son bien sencillos. Obviamente, necesitaremos calabazas de diferentes tamaños. Si además, tienen una forma distinta, mejor que mejor. Como lo ideal es hacer una composición con diferentes acabados, si contamos con varias piezas tendremos éxito asegurado. Si vuestras calabazas tienen tonos variados, quizá sean tan bonitas, que no tengáis ni que pintarlas.
DIY 1: calabazas con tachuelas
La idea es bien sencilla y, sin embargo, queda de lo más resultona. Las calabazas tienen que tener la piel bien limpia y si son de diferentes colores, mejor que mejor. Si las vuestras se ven feas (cosa de lo más habitual), lo mejor es darles una capa de pintura con los colores que más os gusten. Dependiendo del tipo de acabado que queráis, podéis elegir colores pastel, flúor, blanco y negro... Las posibilidades son infinitas.
Una vez tenemos las calabazas pintadas (ya se ve que quedan mucho más lindas si son de diferentes tamaños, ¿verdad?), nos queda la parte de pensar los dibujos que queremos formar con las chinchetas. Pueden ser "maléficos" o bien, si nos apetece una decoración menos comprometida, hacer otro tipo de siluetas, como pueden ser flechas, círculos... etc. La sensación de que es decoración para Halloween nos la da la calabaza, así que podemos jugar tranquilos con lo que hagamos con ellas.
Por último, y para finalizar esta primera propuesta, hablar un poquito de las chinchetas. En realidad, al igual que los colores que usemos para pintar, el aspecto de las chinchetas definirán el estilo final del conjunto. Hay muchos tipos: plateadas, doradas, negras, de colores, más industriales... Y si no encontramos las que tenemos en mente, siempre podemos pintarlas en casa.
DIY 2: BOO con lana y clavos
A este DIY no he podido resistirme. Es perfecto para hacer con los peques (bueno, vale, la parte del martillo y clavar no, pero el resto sí). Es sencillo, no hay que pensar en vaciar una calabaza (con el trabajazo que da eso), original y divertido. Además, tenemos el bolsillo cuidado, porque lo cierto es que no hay que comprar prácticamente nada (bueno, la calabaza si no tenéis ninguna por casa, claro).
Lo primero que hacemos es dibujar con lápiz la silueta de nuestro "BOOO" sobre la piel de la calabaza. No es necesario calcar demasiado, ni utilizar rotulador, porque ese dibujo es para que nos sirva de orientación a la hora de poner los clavos. Si vuestros peques son pequeños artistas, esta parte es perfecta para compartir con ellos.
Al principio, parecerá que el dibujo no se ve y que los clavos no tienen sentido. Tranquilos. No pasa nada. Debemos seguir la línea hasta terminar. Al final, el conjunto adquirirá sentido. Seguro.
Una vez que tenemos todos los clavos en su sitio, volvemos a llamar a los peques para que nos ayuden con la parte de colocar el hilo negro. Vamos de un lado a otro de las líneas que hemos hecho de clavos. Una vez que terminamos, empezamos a cruzar hilos y más hilos, hasta que las formas empiecen a cobrar sentido y se lea el "BOO". Cuidado con no pasarse de hilo, que lo bonito es que veamos el naranja de la calabaza tras la lana cruzada.
¡Listas! Nuestros DIY terminados y perfectos para decorar un rincón terrorífico en casa. Podéis combinar las dos opciones, hacer solo una de ellas, pintar las calabazas o no. Dependerá de vuestro gusto personal, el tiempo que tengáis libre y lo que quieran hacer vuestros peques (si lo hacéis con alguno).
Vía | Lovely Indeed
En Decoesfera | Buenas ideas para decorar la entrada de casa con calabazas