Ya he comentado en otras entradas que soy una fanática de la porcelana y la cerámica. No sólo las antiguas, que también, sino de cualquier motivo original y bonito. El otro día pasé una mañana maravillosa viendo la espectacular colección de cerámica popular que el pintor Joaquín Sorolla tenía en su casa, ahora convertida en el Museo Sorolla pero disfruté de la misma manera echando un ojo a los modelos de Chirri Moreno para Meridiana.
En esta época en que vamos más a menudo a mercadillos populares podemos encontrar piezas que para algunos no tienen ningún valor o no estar la vajilla completa pero que puede quedarnos genial para familias pequeñas o como decoración.
No nos hace falta que los juegos de té sean para ocho o de diez comensales si en casa somos cuatro o incluso si sólo tomamos té dos. Hay maravillosas porcelanas descabaladas que se venden a precios mucho más bajos por ser piezas únicas. Si en casa no tomáis té, quedan preciosas rellenas con cera aromática o a modo de maceta en cualquier rincón.
En cuanto a los platos, las fuentes de servir y las soperas es un clásico utilizarlas con otras vajillas blancas o como improvisados maceteros, para los bizcochos e incluso como bandeja para dejar las llaves en el tocador o en la consola de la entrada.
Sólo deben cumplir el requisito de ser bonitas, artesanales y diferentes. Y es que en ocasiones el menaje es arte.
Imágenes | Museo Sorolla, Chirri Moreno, Chic&Antique En Decoesfera | ¡Quiero vajillas de Chichinabo!