Ya vimos hace un par de semanas un minipiso de los que pueblan la Gran Manzana. Lo que os traigo hoy es una nueva tendencia que ha salido a la luz en el diario New York Post que consiste en utilizar la cocina como lugar de almacenamiento de ropa.
A la hora de guardar prendas de vestir, todo vale: desde la nevera hasta el horno pasando por cualquier recoveco que tenga la cocina. Las personas que aparecen en el reportaje explican cómo llegado el momento tuvieron que elegir entre cocinar en casa o guardar la ropa en la cocina y tomaron la segunda opción, decantándose por comer fuera o por la comida a domicilio.
Aquellos que usan la nevera como armario cuentan que tienen un minibar aparte donde enfriar cervezas (sic), mientras que otros prefieren el horno, “porque conserva la ropa seca y fresca”. La verdad es que el horno en mi opinión es mejor opción que la nevera porque para mí es algo que uso menos, no me imagino mi vida sin un lugar donde guardar la leche, la fruta, las verduras…
¿Vosotros cómo lo veis? ¿Renunciaríais a preparar vuestra comida por ganar unos metros? ¿Os gusta la idea de tener la nevera llena de ropa?
Vía | Apartment Therapy
Más información | New York Post
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