Cuando vamos a elegir una casa y cuando pensamos en como amueblarla y decorarla, la mayoría de nosotros queremos algo moderno. El problema es que el concepto de lo que es moderno cambia con frecuencia y corremos el riesgo de que algo que sea tendencia hoy se convierta en un horror en poco tiempo, así que lo ideal es optar dentro de lo moderno por algo con cierto grado de atemporalidad.
Hay casas modernas que es de prever que pasarán de moda en poco tiempo y otras que se sabe que mantendrán su buen gusto durante años. Si vamos a cambiar la decoración con frecuencia sin problemas de presupuesto podemos optar por las primeras, sino es mejor elegir algo moderno y a la vez elegante y atemporal como se ha hecho en este edificio de apartamentos en Estambul.
Para conseguir este efecto de modernidad atemporal se puede jugar con las formas, con los colores y con los materiales. En este edificio entre los materiales protagonistas nos encontramos con el cristal y el acero ya desde la fachada y también con el hormigón que completa el conjunto. Aunque son materiales adaptados a tendencias actuales y que en cierto modo encajan en el estilo industrial también son materiales de toda la vida.
Estos materiales permiten además que los colores protagonistas en una casa sean el blanco, el gris y el negro que difícilmente pasarán de moda, son clásicos atemporales. Obviamente podemos jugar con detalles de color que podemos añadir a través de complementos decorativos o con los textiles, que se pueden renovar además con mucha frecuencia y en los que es más fácil arriesgar.
El estilo del mobiliario elegido puede dar continuidad a lo establecido por la estructura y la fachada, manteniendo formas rectas y los mismos colores en escala de grises. Las imágenes corresponden a un edificio de apartamentos de ahí que haya diferentes estilos en salones diversos. Espacios iguales pueden cambiar mucho si los muebles y los complementos elegido son distintos.
También podemos optar por formas más orgánicas y por incorporar la madera que aporta más calidez al espacio con el mobiliario. Sin duda a mi me gusta más este sofá que el de la imagen anterior, un color más claro y en un tono natural con forma curva, da mucha más vida a la estancia y eso facilita la sensación de calor de hogar.
Aunque los protagonistas principales sean el hormigón, el cristal y el acero, eso no implica incompatibilidad con el uso de la madera. Al contrario, la madera proporciona un contraste y un equilibrio entre lo frío y lo cálido que a mi modo de ver es muy necesario. Yo incluso añadiría probablemente alguna alfombra y algunos detalles decorativos de color alegre.
Terminamos el recorrido por el edifico con la imagen de un dormitorio que rompe un poco con el concepto de atemporalidad que lo caracterizaba. Y es que lo de la ducha en el dormitorio sin tabique separador no me parece que sea muy atemporal, a mi tal vez podría hacerme gracia un par de días, pero de ahí a mantener una ducha frente a la cama durante años, no lo veo claro.
Quitando este pequeño detalle el resto de ambientes son bastante atemporales. Cuando uno opta en exceso por extremos, como sucedió en su momento con el wengué o como acabará sucediendo con los muebles blancos, las estancias acaban aburriendo. Pero materiales como el acero mate, el hormigón, el cristal o la madera en un tono intermedio natural favorecen que un ambiente sea moderno y elegante durante mucho tiempo.
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