A pocas horas para finalizar el año, me ha llamado la atención este apartamento en la Ciudad de las luces. París tiene distritos sin ningún encanto y luego tiene lo que todos los forasteros buscamos, el París de los maravillosos portales que custodian mansiones como la que vemos hoy, en el elegante Faubourg Saint Germain.
Obra del decorador de interiores Jean Louis Denoit, quien tuvo que re diseñar toda la vivienda, ya que con el paso de los años, cada propietario había ido añadiendo tabiques, tirando puertas o cambiando las ventanas y sobre todo, dándole protagonismo a la entrada, que siempre es un preludio de lo que vamos a encontrar. En particular me ha gusta el dormitorio con su cuarto de baño.
Un cuarto de baño, en tonos neutros, totalmente revestido de mármol con un aire decadente, acentuado por las hornacinas que hay sobre las puertas y que tienen sendas vasijas (no sé si auténticas o meras reproducciones) o ánforas neoclásicas. Toda la estancia tiene ese aire neoclásico que da el mármol y los dameros.
En los muros una colección de mariposas enmarcada en sencillos marcos negros dan el protagonismo a los insectos, personalmente no soy muy amiga de las colecciones de insectos, pero reconozco que esta le va perfectamente al estilo de la casa del baño.
El dormitorio, en tonos grises, destila tranquilidad y opulencia, la fantástica chimenea de mármol blanco con una figura también de mármol, que contrasta con las aplicaciones doradas del espejo que está sobre la chimenea y las estanterías de madera sobredorada del resto de la habitación.
Muy francés, muy elegante, pero sobre todo con una luminosidad intensa tan importante en una ciudad tan gris como París.
Más información| Denoit
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